Descripción
Medallón jugoso que se cocina en minutos
Este medallón de atún conquista por su color vivo y su textura firme. Lo ponés al calor y, en segundos, aparece un sellado dorado que despierta el apetito. Por dentro queda jugoso y suave. Es perfecto para comidas rápidas entre semana y, además, luce impecable en una cena especial. Si buscás una proteína magra, limpia y de sabor definido, el atún se vuelve tu mejor aliado.
Origen y etiqueta limpia
Trabajamos con proveedores locales y priorizamos una cadena de frío cuidadosa. Empacamos al vacío para proteger la frescura y facilitar la manipulación en casa. Elegís un producto de etiqueta limpia: sin preservantes, sin aditivos y sin colorantes. La lista de ingredientes es corta y clara: atún de calidad, nada más. Así llevás a tu mesa un filete confiable, práctico y sabroso.
Cómo cocinarlo al punto ideal
Descongelá el medallón en refrigeración. Secá bien la superficie. Pincelá con aceite, sal y pimienta.
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Plancha o sartén: fuego medio-alto. Sellá 45–60 segundos por lado para un centro jugoso. Si lo preferís cocido por completo, cociná 2–3 minutos por lado.
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Horno: 200 °C por 8–10 minutos en fuente caliente.
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Freidora de aire: 190 °C por 7–9 minutos.
Retirá y reposá 2 minutos. Un toque de limón, hierbas frescas o una vinagreta suave realzan su sabor sin cubrirlo.
Ideas para disfrutarlo
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En ensalada completa con papa, ejotes, tomate, huevo y aceitunas.
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En bowl de granos con arroz, pepino, aguacate y salsa de soya.
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En sándwich de pan artesanal con hojas verdes y mostaza.
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En pasta tibia con aceite de oliva, ajo y perejil.
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Como entrada: láminas delgadas sobre vegetales asados.
Beneficios que vas a sentir
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Proteína magra con sabor limpio.
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Cocción rápida y resultados consistentes.
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Versátil: funciona frío o caliente.
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Etiqueta limpia y empaque al vacío que cuida la frescura.
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Planificación fácil: porción individual que resuelve la comida.
Presentación y conservación
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Presentación de referencia: 250 g por empaque (1 medallón); se despacha al peso.
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Empaque: al vacío.
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Almacenamiento: mantener congelado; producto sensible a la temperatura.
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Consumo: descongelar en refrigeración, abrir y cocinar antes de servir. Evitá recongelar una vez descongelado.
