Descripción
Un corte con carácter y mucha jugosidad
La chuleta rignonada destaca por su hueso central y su vetado sutil que se derrite durante la cocción. El resultado: un bocado tierno, sabroso y muy jugoso. En Cortes & Brasas seleccionamos cerdo de pastoreo de canales locales en Costa Rica, con manejo responsable y faena cuidada. Así mantenemos un sabor limpio, textura constante y una experiencia honesta desde el primer corte.
Cada pieza llega sellada al vacío para preservar aromas y jugos. Además, el producto se entrega congelado, listo para que lo guardés sin preocupaciones hasta el día del asado o de la comida especial.
Cociná fácil, comé increíble
Parrilla: brasa media–alta. Salá al final para conservar jugo. 3–4 minutos por lado hasta lograr dorado profundo. Terminá con 1 minuto de reposo.
Plancha/Sartén: superficie bien caliente, una fina película de aceite y 2–3 minutos por lado. Bajá el fuego 1 minuto extra para terminar.
Horno: 200 °C por 10–12 minutos. Para bordes crocantes, activá el grill 2 minutos al final.
Air fryer: 195–200 °C por 8–10 minutos, volteando a mitad del tiempo.
Marinados que suman:
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Clásico: ajo, romero, limón y pimienta.
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Dulce–ahumado: paprika, miel y un toque de mostaza.
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Estilo oriental: salsa de soya (soy sauce), jengibre y una chispa de azúcar moreno.
¿Qué la hace especial?
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Sabor redondo: el hueso aporta intensidad y el marmoleo sostiene la jugosidad.
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Cocción rápida: en minutos tenés un dorado perfecto.
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Muy versátil: admite marinados, glaseados y salsas sin perder su identidad.
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Etiqueta limpia: sin preservantes, sin aditivos, sin colorantes y libre de gluten.
Para disfrutarla al máximo
Servila con puré rústico de papa, ensalada fresca o vegetales a la parrilla. Si preferís algo práctico, convertí la chuleta en tacos con pico de gallo y cilantro, o en un sándwich caliente con queso derretido y pepinillos. Cualquiera de estas opciones resalta su perfil jugoso y aromático.
Presentación y conservación
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Presentación de referencia: 500 g por empaque; se despacha al peso.
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Empaque: al vacío, ideal para preservar frescura y aroma.
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Conservación: mantener congelada.
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Uso responsable: descongelar en refrigeración, cocinar completamente y no recongelar una vez descongelada.
Con esta chuleta rignonada llevás un corte confiable, sabroso y listo para brillar en tu parrilla, plancha u horno.