Descripción
Costilla de cerdo: sabor profundo, mil preparaciones
La Costilla de Cerdo es un clásico por su carne jugosa y su equilibrio entre tejido conectivo y grasa, que al cocinarse lentamente se transforma en melosidad y sabor. Es un corte versátil para parrilla, horno, cazuela o incluso air fryer, capaz de lucirse con rubs secos o salsas glaseadas.
El corte llega sellado al vacío y congelado para preservar su frescura y jugos. Responde a nuestra promesa de etiqueta limpia: sin preservantes, sin aditivos, sin colorantes y libre de gluten. Proviene de Costa Rica, con selección y procesos que priorizan un perfil de sabor limpio y confiable.
¿Cómo cocinarla?
-
Parrilla 2 zonas
Sellá 2–3 minutos por lado a fuego directo. Pasá a calor indirecto por 35–45 minutos. Pintá con tu salsa preferida en los últimos 5–8 minutos para un glaseado brillante. -
Horno tradicional
Retirá la membrana, sazoná con rub (sal fina, pimienta, paprika, ajo en polvo, azúcar moreno). Envolvé en papel aluminio y horneá a 160 °C por 90–120 minutos. Abrí el paquete, pintá con salsa y gratiná 5–8 minutos. -
Estofado/guiso
Dorá las piezas, desglasá con vino blanco o caldo y cociná tapado 60–90 minutos con hierbas y vegetales. Resulta tierna y sabrosa. -
Air fryer
180–185 °C por 18–22 minutos, volteando a mitad del tiempo. Terminá con un toque de salsa o miel & mostaza para caramelizar.
Sabores que combinan
-
Rub clásico BBQ: paprika, ajo y cebolla en polvo, pimienta negra y azúcar moreno.
-
Agridulce: miel, mostaza Dijon y un chorrito de vinagre de manzana.
-
Criollo: comino, orégano, ajo y zumo de naranja agria.
Guarniciones recomendadas
Coleslaw, papas rústicas, yuca con mojo, ensalada fresca o mazorcas asadas. Acompañan y equilibran el brillo del glaseado.
Manejo & conservación
-
Presentación de referencia: 500 g por empaque; se despacha al peso.
-
Empaque: al vacío.
-
Conservación: mantener congelada.
-
Descongelado en refrigeración; cocinar completamente y no recongelar.
Tip: Secá la superficie con papel cocina antes de sellar para mejorar la corteza crujiente.
La Costilla de Cerdo es ese corte que nunca falla: rendidora, sabrosa y lista para adaptarse a tu técnica favorita.